El Vaticano amaneció hoy entre campanas apagadas y titulares enloquecidos: el Papa Francisco, líder espiritual de más de 1.300 millones de católicos, ha fallecido a los 88 años. La causa oficial, de su muerte fue una crisis respiratoria derivada de una neumonía bilateral que lo mantuvo hospitalizado durante 37 días en Roma., deteriorada en los últimos meses.
Pero, como era de esperarse, internet no tardó en explotar. Mientras los fieles oran, los conspiranoicos desempolvan sus libros de Nostradamus, señalando aquella famosa cuarteta donde el profeta francés hablaba de “el pontífice negro que anunciará el fin”. Y no, no es un Papa afrodescendiente como muchos interpretan literalmente: el término “Papa negro” hace referencia al General de los Jesuitas, título que el propio Francisco ostentó como el primer Papa jesuita de la historia. Coincidencia… o señal divina para cerrar el telón.
En Roma, los balcones del Vaticano están cubiertos de crespones, mientras que dentro, los cardenales ya se preparan para lo que será otro cónclave histórico. ¿Quién será el próximo en vestir la túnica blanca? Algunos apuestan por un Papa más conservador, otros por una figura mediática que compita con TikTokers.
Pero lo cierto es que Francisco, con su estilo informal, sus zapatos gastados y sus frases polémicas, dejó huella. Fue el Papa que habló de ecología, que pidió menos juicios a la comunidad LGBTQ+ y que dijo alguna vez: “¿Quién soy yo para juzgar?” Ahora, el mundo se pregunta quién será el próximo en juzgarnos desde el balcón papal, claro está.
Mientras tanto, los fans del fin del mundo están de fiesta. Las redes sociales están inundadas con memes apocalípticos, teorías esotéricas y hasta listas de supervivencia, por si el juicio final es cuestión de horas. Pero calma: si algo nos ha enseñado la historia es que cada Papa muerto trae un reemplazo y, afortunadamente, el mundo ha sobrevivido a todos… hasta ahora.