Una reseña sobre la película que abre las puertas del Vaticano al thriller político
¿Qué sucede cuando los hombres más poderosos de la Iglesia quedan encerrados para elegir al nuevo Papa… y uno de ellos guarda un secreto que puede derrumbarlo todo?
Cónclave, dirigida por Edward Berger (Sin novedad en el frente), adapta la novela homónima de Robert Harris, autor británico experto en convertir la historia y la política en literatura electrizante.
Sinopsis sin spoilers
Tras la muerte repentina del Papa, 118 cardenales de todo el mundo se reúnen en la Capilla Sixtina para un cónclave. Entre ellos, el protagonista: el cardenal Thomas Lawrence, interpretado con sobriedad e intensidad por Ralph Fiennes.
Lo que parece un proceso ritual y solemne se convierte en un campo de tensiones soterradas, ambiciones disfrazadas de virtud y un misterio que emerge como una amenaza para la institución entera.
Un thriller entre incienso y conspiraciones
Cónclave logra lo que parecía imposible: hacer del Vaticano un escenario de suspenso claustrofóbico, sin disparos ni persecuciones. El verdadero peligro aquí es el secreto.
Berger filma con una elegancia contenida, jugando con la luz filtrada, los rostros envejecidos de los cardenales, el eco de los pasillos dorados. La intriga se cuece en susurros, miradas y votos escritos en silencio.
Robert Harris: el novelista del poder oculto
Robert Harris, experiodista político y escritor británico, es conocido por obras como Pompeya, El poder en la sombra y Dictator. Su marca es clara: explorar los laberintos del poder, ya sea en la Roma antigua o en los pasillos del Vaticano.
En Cónclave, Harris se inspiró en el proceso real de elección papal y construyó una historia donde la fe se enfrenta con la política y la conciencia individual. Lo que hace brillante al libro (y a la película) no es su crítica a la Iglesia, sino su profunda humanidad.
“No quise escribir un ataque, sino mostrar lo complejo que es el alma humana cuando debe elegir entre Dios y el mundo”, dijo Harris en una entrevista.
🎥 Curiosidades del filme
- La película fue rodada parcialmente en localizaciones reales de Roma, aunque por razones obvias, la Capilla Sixtina fue recreada con un nivel de detalle impresionante en un set.
- El personaje de hermana Agnes (Isabella Rossellini) no aparece en la novela, pero fue añadido para dar una dimensión femenina y espiritual más evidente al drama.
- Aunque la historia es ficción, algunos elementos están inspirados en el cónclave de 2005, tras la muerte de Juan Pablo II.
- En un guiño al realismo, el filme retrata las votaciones reales, que se hacen en secreto con papeletas quemadas en la chimenea del Vaticano para señalar el resultado.
Reflexión final
Cónclave no es solo una historia sobre el Vaticano. Es una historia sobre el hombre enfrentado a la responsabilidad absoluta, sobre la lucha interna entre lo que se debe hacer y lo que conviene hacer.
En tiempos de ruido, esta película apuesta por el silencio como lugar donde se define el poder.