Vladímir Putin anuncia “pausa divina” por Pascua: Rusia dejará de disparar, pero solo hasta que se acaben los huevos de chocolate

Moscú, Tierra Santa de la diplomacia inversa. En un acto de generosidad sin precedentes —y quizás guiado por el espíritu santo de las relaciones públicas— el presidente ruso, Vladímir Putin, ha declarado una “breve tregua unilateral” por Pascua en el conflicto con Ucrania. La medida, que entrará en vigor por exactamente el tiempo que tarda un misil en cambiar de opinión, fue presentada como una muestra de “fe, amor y artillería con compasión”.

“Rusia suspenderá todas las hostilidades… temporalmente, espiritualmente y si el clima ayuda”, afirmó Putin, vestido de negro, frente a una enorme vela ortodoxa y un mapa de Europa Oriental con zonas tachadas como “trabajo en progreso”. Al parecer, en el Kremlin han descubierto que el mejor momento para hablar de paz es justo antes de reorganizar las tropas.

Tregua con condiciones (no lo suficientemente claras para ser entendidas)

La tregua pascual comenzará en cuanto todos los comandantes rusos encuentren una iglesia abierta, un sacerdote disponible y una Biblia que no esté censurada. El alto al fuego, según Moscú, tiene una duración “indefinidamente breve” y podrá ser interrumpido si:

  • A un soldado ucraniano se le ocurre mirar feo a un tanque ruso.
  • El pan bendito se acaba en medio del rezo.
  • Un dron enemigo decide arruinar la celebración pascual.

Putin, visiblemente conmovido —o con alergia al incienso—, afirmó que “la Pascua es tiempo de reflexión, redención… y recarga estratégica de misiles”.

Reacciones internacionales: mezcla de asombro, risa y resignación

Desde Kiev, el presidente Volodímir Zelenski declaró que “agradece” la tregua, pero no tanto como para apagar las alarmas. “Es como si un oso dejara de morderte cinco minutos y esperara que le agradezcas por ser tan considerado”, dijo entre risas amargas.

Occidente, por su parte, celebra que haya una pausa, aunque duda de su duración. Fuentes en Washington aseguran que la última tregua rusa duró lo mismo que una historia de Instagram, y terminó con más explosiones que una final de Marvel.

El Papa Francisco, al enterarse de la noticia, hizo la señal de la cruz en modo preventivo, por si acaso era una broma de mal gusto celestial.

Conclusión: Putin, el mensajero pascual más inesperado del siglo

En un giro digno de comedia negra, Putin ha logrado lo impensable: hablar de paz con el mismo tono con el que uno amenaza con invadir Moldavia. Pero en fin, en estos tiempos donde la realidad parece escrita por guionistas sin filtro, no sorprende que la diplomacia se mezcle con la sátira.

Por lo pronto, celebremos esta Pascua con los huevos en alto —los de chocolate, claro—, y esperemos que esta tregua dure más que las promesas de buena voluntad en los discursos del Kremlin.